27 DE OCTUBRE
Te escribo un 27 de
octubre alejado de mi silencio
y expuesto ante
nuestra causa.
Cuando empiezan a
pintar en mis cabellos las primeras canas
recordando como
nuestro ayer se marchitó con otoño pasado.
Te escribo desde la
recobrada cordura que perdí con tus besos,
desde la inocencia
inofensiva de saber ti...
Te escribo desde esa
absurda necesidad de sentirte de nuevo
aunque sea a través
de tus palabras lejanas plasmadas en un papel.
Tal vez, no sé bien ni
si quiera el hecho por el que escribo,
aunque también sé que
tampoco debo esperar una respuesta
por tu parte ante
estas letras arrancadas de mi reservada
e introvertida razón
por la que tanto te amé.
Dentro de dos días será
mi cumpleaños, y aparecerá alguna cana
nueva pintando mi
cabeza, recordándome que envejezco sin ti.
Dándome una nueva
razón para escribirte, y no perder la esperanza
de esperar una
respuesta tuya, y haciéndome así el mejor
y más esperado regalo
de cumpleaños.
Porque una noticia
tuya sirve para remendar las alas rotas
de un caído corazón y
ayudarlo de nuevo a emprender el vuelo
en el infinito cielo
donde guardas tu amor.
Autor: José Sánchez Llamas.
Te escribo un 27 de octubre alejado de mi silencio
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