UNA GARDENIA NEGRA
Una gardenia negra me
trajo tu ausencia,
como legajos de
tiempo marchito que,
al intentar sujetarlo, se deshojaba de mis
manos.
Sucede lo mismo con
un recuerdo,
intentamos retenerlo,
pero termina activando
una parte de nuestro
interior que provoca
un reacción
sentimental bohemia y apasionada,
y al final ese
recuerdo que intentamos retener
se escapa de nosotros
por culpa de nuestras emociones.
Admito, que soy un
kamikaze sentimental.
Me paso los días
intentando estrellarme de recuerdo
en recuerdo,
capturando sonrisas que la soledad
convierte en secretas
lágrimas.
Esta es mi vida, un
accidentado caos apasionado
que me lleva a ser lo
que soy, un romántico
dividido entre su
parte más entregada, y su parte
creativamente más
canalla que pervierte los versos
que te escribo,
fundamentándose en que soy lo que soy...
Depravadamente
combato cada anhelo de mi parte libertina,
mientras concedo
atención a las musas
de cada cicatriz que sigue abierta y sangrando como el primer día...
de cada cicatriz que sigue abierta y sangrando como el primer día...
Éste, es el resultado
de devorar insaciablemente los recuerdos
que me trae tu ausencia.
Puedo pasarme el día
entero pensándote, y dejar la noche
para soñarte en mi
insomnio, pero... esto es lo que,
verdaderamente, soy
sin ti.
Autor: José Sánchez Llamas.
Puedo pasarme el día entero pensándote, y dejar la noche
ResponderEliminarpara soñarte en mi insomnio, pero... esto es lo que,
verdaderamente, soy sin ti.