SIN PIEDAD NI COMPROMISO
En una mixtura de
piel y sudor quedaron atrapadas
nuestras últimas
caricias,
presas inocentes de
una pasión desmedida
que se derramó por
nuestros cuerpos desnudos
de la forma más
involuntaria y fortuita.
Ése fue mi veneno...
la dosis de deseo que
te entregué en cada caricia
no sirvió para paliar
esta sed de ti
que me hace buscarte otros
cuerpos
bajo la mirada atenta
de otros ojos que olvido de inmediato.
Así, es cómo voy
muriendo, lentamente, en otros brazos
que consuelan mi
último aliento,
ese suspiro desenfrenado
y loco que un día te entregué
sin piedad ni
compromiso,
de la única forma que
conozco de sentirte,
de la única forma que
conozco de amarte,
de la única forma que
me es imposible olvidarte.
Autor: José Sánchez Llamas.
En una mixtura de piel y sudor quedaron atrapadas
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