RINDIENDO MIS ARMAS
Mis labios son las
armas que hoy rindo ante tus besos,
mis manos guardan las
caricias que alzan su bandera
al viento para
rendirse ante tu piel,
y mis en mis ojos se
refleja la imagen
de tu mirada penetrante,
llena de luz, y rebosante de magia.
Las palabras no son
más que brotes incoloros y sonoros
de letras en el
lenguaje, y tú has conseguido que ante ti
logre enmudecer mi
voz, y clamar a Dios piedad
con mi mudo grito de
silencio.
Hoy rindo mis armas,
mis labios, y mis caricias.
Hoy me niego a pensar
en el futuro sin vivir
en el presente de tu boca, me niego a soñar
ilusiones locas que
se pierden en frustradas esperanzas
de un alma condenada
a amarte mientras habite en este cuerpo
débil ante tu imagen
y vacío sin ella.
Las palabras no son más que brotes incoloros y sonoros
ResponderEliminarde letras en el lenguaje, y tú has conseguido que ante ti
logre enmudecer mi voz, y clamar a Dios piedad
con mi mudo grito de silencio.