GOLONDRINA
DE OTOÑO
Amaneció y anidaste junto a mí con la mirada perdida en un horizonte lejano... en una lejana ilusión de una vida diferente...
Con ramitas de romero construiste un lecho en el que poder llorar y derrumbarte cada noche...
¡Deja de llorar golondrina de otoño!
No mires atrás si tienes delante de ti un cielo abierto en el que poder volar y jugar con las esponjosas nubes.
No envidies a la gaviota por vivir cerca del mar.
Deja ya de extrañar un verano que se fue...
No me temas por ser halcón y buscar mi presa... por buscarte cada día...
No envidies a la alondra por su llamativo plumaje...
No discutas con la paloma mensajera de mis silencios...
Debes olvidar tu pena y atravesar la tormenta sin reprochar al viento por ser viento.
¡Mueve tus alas y lucha!
Sal de esta estación en la que las hojas se secan como tus lágrimas en el viento, y no confundas el canto de los ruiseñores con el de las sirenas del mar....
¡Deja de llorar golondrina de otoño!
No te enamores del albatros por ser una ave de mar, porque aquel verano ya no volverá....
Habla con la cigüeña de tu esperanza y ve con ella lejos de aquí... lejos de mí...
Llévale tus miedos, tus anhelos y manías... y anida lejos...
Yo
por mi parte seguiré buscándote en cada nido, en cada tejado.... te seguiré
esperando el año que viene... Aunque no
quiera admitir que has sido, eres y serás un ave de paso...
Autor: José Sánchez Llamas.
En este mundo todos somos aves de paso...
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