DESENCUENTROS ENCONTRADOS EN UN PAPEL
Cada vez
quedamos menos Atlantes en este continente perdido
de
desencuentros encontrados en un papel.
Mi voz se
nutre de todo sentimiento que anega mi ser,
devorando
las entrañas del dolor para aliviar
la imponente
carga creativa que ha de soportar un autor.
Mi voz
mastica lentamente cualquier ausencia,
dejando que
mi cuerpo naufrague a la deriva del insomnio,
hasta poder
unir las letras que construyen las palabras
y se alzan
los puentes que forman las frases
bajo un río
de tinta negra que va directo hasta ti.
Pero si
callo, sólo alimento mi alma de pasiones
que se
atragantan por la oscura gula de mi silencio,
sumiendo en
el letargo más extremo el único
toque de
fantasía que puede crear mi mente.
Si acallo
mis fantasmas sé que me torturaran,
porque para
ellos cualquier instante
se puede
convertir en un infierno para mí…
Por todo
esto, te entrego mi voz sin acuse de recibo,
desconociendo
al receptor y con la firma de remitente herido.
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