sábado, 27 de agosto de 2016

SOLEDAD ONANISTA

SOLEDAD ONANISTA

Maldigo todo el malditismo de esta soledad onanista,
intermitentemente intrépida, que me hace
desearte entre fantasías prohibidas
como si extrañarte, a solas,
fuera el mayor tabú.
Admito que mi éxtasis solitario,
emocionantemente excitante,
es consecuencia cotidiana de un delirio
de mi apetito voraz por ti,
por hacerte mía y ser tuyo en un acto desatado
de ganas, entrega, gemidos y suspiros
donde se funda el sudor de nuestros cuerpos
y se unifique la saliva, mientras nuestras bocas
mezclan toda lujuria al compás de unas caricias liberadas
de su sueño que recorran y desgarren la piel
de los amantes.
Eres un recuerdo apasionadamente erógeno
que me hace sucumbir a la ambición humana de la carne,
al vicio ilícito de aliviarme en privado,
a la codicia clandestina de mis orgasmos.



Autor: José Sánchez Llamas.

1 comentario:

  1. Maldigo todo el malditismo de esta soledad onanista,
    intermitentemente intrépida, que me hace
    desearte entre fantasías prohibidas
    como si extrañarte, a solas,
    fuera el mayor tabú.

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