miércoles, 22 de mayo de 2013

ZARPAZOS DE DESEO


ZARPAZOS DE DESEO

Ya no desgarran tus uñas la piel de mi espalda.
Te alejas dejándome huérfano de esos
zarpazos de deseo y caricias de ángel.
Te esfumas dejándome envenenado de locura y pasión...
Y la lágrima desciende por mi rostro hasta el silencio de tu ausencia,
allí se recuesta y duerme acunada por tu aroma,
y con perfume de miedo llega a tu pañuelo...
aún lo conservo como trofeo de nuestra segunda cita.
Hoy los espejos del alma sólo muestran mi propia imagen
y no la de quién fui a tu lado,
y las quemaduras del sol en mi piel en verano
son ardientes caricias abrasivas con el invisible tacto
de tu despedida.


Autor: José Sánchez Llamas

1 comentario:

  1. El mundo de los deseos es infinito, y la materialización de los mismos, a veces, es una mera utopía.

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