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domingo, 3 de enero de 2016

¿HAY ALGUIEN AHÍ?

¿HAY ALGUIEN AHÍ?

¿Hay alguien ahí?
Necesito saber que existe una respuesta
a esta pregunta, algo más que silencio...
Quiero que traspases esta frontera que nos separa
a ti y a mí que, en el fondo, nos parecemos tanto,
que compartimos tanto...
Hoy estas palabras buscan algo más que indiferencia,
buscan ser sentidas como latidos entre tus manos
al sujetar el folio, por favor, sólo te pido un instante
de tu valioso tiempo, una oportunidad de seguir
descubriéndonos en este paralelo universo de papel y tinta.
Ambos somos algo más que mera existencia,
comprendemos que el amor es algo más
que una ecuación metafísica sin resolver,
es empíricamente una ciencia inexacta
que cambia toda nuestra vida y nuestro corazón vuela
de nuestro pecho como una paloma mensajera
de la que no esperamos noticias ni regreso.
Hoy, busco una respuesta, una señal
que rompa utópicamente esta soledad creativa del autor,
por eso, este texto es nuestra catarsis,
porque te hablo de aquello que tantas veces has pensado
y nunca se atrevieron a divulgar tus labios.
Antes de continuar, GRACIAS por acudir a esta tácita cita,
porque aunque mientras escribo no te siento,
sé que estarás ahí leyendo como has estado tantas veces...
siguiendo lo que hago desde tu silencio,
sin manifestación alguna que me haga saber si conseguimos
conectar, porque no hace falta que lo admitas,
pero sé que, a veces, he conseguido hacer saltar
esa chispa, contado esa historia en la que has pensado,
tal vez, dije esas palabras que, tantas veces, 
quisiste escuchar
en otros labios...
Y sin embargo, aquí estamos, una vez más,
recluidos en nuestro momento el cual, admito, no siempre
es brillante... seguramente, eso nos hace tan especiales,
a ti por encontrar algo cuerdo y lúcido entre tantas palabras,
y a mí por tener ese inesperado momento de inspiración
tan escasa...
Pero, no pretendo hacer de esto otra psicopoesía,
quiero que hablemos de nuestra relación aunque,
muchas veces, nos aburramos de esperarnos
sin ser ninguno de los dos el que da el primer paso,
y te niegas a leerme y me niego a escribirte
por miedo al resultado sincero,
que no siempre es positivo,
pero nadie tiene todos los días felices, ni se ve con ganas
para seguir luchando por aquello en lo que cree...
menos mal, que luego se nos pasa toda esa tontería,
y volvemos a encontrarnos entre silencios
y algún suspiro.
Sólo necesito saber si continúas ahí,
si no nos ha alejado el tedioso tiempo...
Así es que, por favor, dime...
¿Hay alguien ahí?


Autor: José Sánchez Llamas.

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